Los medios, las coartadas del “New Order" y la casuística
Abstract
Hace poco vi en el catálogo de la editorial inglesa Routledge el anuncio de un libro titulado Communication and Citizenship, cuyo subtitulo era "El periodismo y la esfera pública". Dejo de lado lo problemático que me parece la utilización de esta vieja metáfora, la de la esfera, para lo público.Los fuertes cambios en las relaciones de lo público y lo privado, y en la propia constitución de cada uno de estos campos, ponen en duda estas cerradas imágenes euclidianas. Las falsas metáforas, los isomorfismos fallidos, muchas veces oscurecen el conocimiento.
Pero lo que me interesa señalar es que en el anuncio de este libro, la editorial, después de señalar la importancia del lema, el rol que deben o deberían cumplir los medios en la información que necesitan los ciudadanos para tomar decisiones, se preguntaba si esto es posible mientras son atacados como servicio público y crece la prensa sensacionalista o más bien la prensa de escándalos [celebrity gossip). Tomo este ejemplo porque me parece sintomático. Más allá de que sea un mero anuncio, un paratexto, ejemplifica una manera de simplificar las relaciones entre ciudadanía y comunicación. (Aclaro aquí que interpreto, en este trabajo, el término comunicación como medios, aunque esté en desacuerdo con esto. La comunicación implica un campo mucho más amplio. Además, y esto es obvio, las mismas formas de comunicación cara a cara o institucionales ejercen un fuerte rol en la formación de la ciudadanía. Aun las interfásicas.) Sigo entonces con los medios.
Creo que debajo de esta simplificación. como lo es la de reducir los problemas de comunicación y ciudadanía a la relación con los medios en sus vertientes sensacionalistas o de servicio público, hay algunos problemas básicos que obligan a pensar de otras maneras no sólo los medios, en su relación con la sociedad o como constitutivos de ésta, sino también las políticas comunicacionales, o telecomunicacionales, y las culturales.