La revolución científica. Una interpretación alternativa, Steven Shapin, Barcelona, Paidós, 2000, 280 páginas
Abstract
"La Revolución científica nunca existió, y este libro trata de ella". Con esta oración comienza La revolución científica, y allí se resume una paradoja que caracteriza el propósito del libro. La paradoja tiene que ver con lo siguiente: en la medida en que Shapin escribe un libro sobre un tema muy caro a la historiografía "clásica" de la ciencia (la "Revolución científica", ¿hace falta aclarar de los siglos XVI y XVII?) parece estar de acuerdo sobre su importancia; no obstante ello, uno de sus argumentos principales consiste en que, efectivamente, la "Revolución científica" es más un invento de los historiadores del siglo XX (vale decir, de la historiografía "clásica") que un acontecimiento de los siglos XVI y XVII. De ahí su insistencia en que la expresión "Revolución científica" -en tanto que cambio radical, más o menos coherente y homogéneo de la historia cultural europea- oscurece más de lo que aclara. Señala, además, que las últimas generaciones de historiadores ya no parecen estar satisfechos con esta idea. Según Shapin, muchos descreen que los cambios introducidos en las creencias y prácticas científicas de esos dos siglos fueran tan "revolucionarios" como solían presentarse anteriormente. Incluso, las nuevas descripciones ofrecen un panorama mucho más heterogéneo y plagado de contrasentidos y conflictos entre quienes alentaban superar el aristotelismo y la cosmología medieval.