Nada más internacional : antropología de la traducción y las limitaciones de la comparación de culturas nacionales
Resumo
Tanto el razonamiento por analogías como el método comparativo relacionan lo conocido con lo cognoscible. En lugar de saltar de un país al otro, resolví plantear una investigación sobre cultura brasileña en la Argentina. El hallazgo de un buen yacimiento fue posible, finalmente, a partir de observaciones realizadas en el Brasil sobre la traducción de autores brasileños en la Argentina. Al ordenar la trayectoria editorial de libros de escritores canonizados como descubridores de la brasilianeidad (Machado de Assis, Euclides da Cunha, Gilberto Freyre, modernistas paulistas de la década de 1920, novelistas sociales de los años de 1930, científicos sociales de la década de 1950, etc.) descubría que, en numerosos casos, las primeras traducciones se habían realizado en Buenos Aires. En París, Nueva York y en otras ciudades nudo del sistema mundial de traducciones (Heilbron, 1999) los escritores brasileños eran traducidos posteriormente. Si estos últimos casos eran festejados por los autores y por los críticos como marcas seguras de la maduración del sistema literario nacional, la traducción en la Argentina pasaba inadvertida, no dejó huellas. Tal como expresan las relaciones de estas hipótesis, pasé a trabajar sobre una práctica cultural (la traducción) relativa a estructuras y redes de relaciones lingüísticas, simbólicas, económicas, políticas, históricas, imposibles de ser reducidas a dos culturas, la brasileña y la argentina. Ellas se componen en un sistema mundial, como la misma República de las Letras. A partir de una síntesis de los resultados de esa investigación, este trabajo expone una mirada crítica sobre la comparación entre culturas nacionales. El objetivo de pensar la traducción como una práctica social especializada es dar relieve a dimensiones internacionales que llevan a proponer nuevas unidades de análisis para revelar el carácter arbitrario de las fronteras que las culturas nacionales implantan “en el mundo de las representaciones y en la mentalidad de los intelectuales”.