El historicismo como idea y como lenguaje.
Resumo
La emergencia del historicismo, se afirma, abrió una brecha en el pensamiento occidental que se prolonga hasta el presente, y que delimita dos horizontes conceptuales incompatibles entre sí. A una visión de tipo atomista, que concibe las sociedades como integradas por individuos originariamente libres, autónomos e iguales, ligados exclusivamente por vínculos contractuales voluntarios, se le opondrá a partir de entonces un concepto social organicista que imagina a las mismas como totalidades funcionales articuladas a partir de vínculos objetivos, independientes de la voluntad de sus miembros. Tal oposición, que recorre toda la historiografía de ideas, cobraría pronto claras connotaciones ético-políticas.