El 80, nuestro 48
Abstract
Comienzo recordando la cita de Beatriz Sarlo -seguramente el primer intento de entender el “sistema de lectura” de Contorno, compartido con aquellos que estaban reponiendo el lugar de esa revista y de David Viñas en la historia de las ideas argentinas como soporte clave de su propia tarea de renovación desde fines de la década de 1970-, porque me parece que es una excelente guía para la comprensión de un texto clásico. Sarlo lo decía a propósito de, entre otras cosas, la imposibilidad de los contornistas de leer a Borges, y lo podríamos repetir a propósito de otras cuestiones que hoy es fácil advertir en Literatura argentina y realidad política. Sin embargo, uno de los aportes de la discusión en este Seminario fue poner en evidencia que no es tan sencillo colocar este libro en el anaquel de los clásicos, especialmente por su funcionamiento ya no como referente de la historia cultural, sino dentro del campo más específico de las aulas de Letras, donde como resultado de su cristalización en fórmulas de compromiso para consumo masivo, ha permanecido en una actualidad forzada, que llama a la contestación -y a no anacrónica, por lo tanto, de acuerdo a las operaciones que el mismo Viñas y sus seguidores han realizado con las diferentes versiones del libro a lo largo de estas tres décadas.