El juicio televisado : iconografías del retorno a la democracia
Abstract
Uno de los hechos más significativos de la reconstrucción democrática fue el Juicio a las Juntas. Ahora bien, ¿cómo participó la televisión en ese proceso de construcción de legitimidades y en esa producción de un espacio de escucha? El 4 de julio de 1984 se emitió por Canal 13 un programa televisivo titulado Nunca Más, realizado especialmente por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas ( CONADEP ) para dar difusión pública a los primeros resultados de su investigación. En esta emisión se presentaron ocho testigos que contaron su historia. El programa se hizo con el guión de la periodista y miembro de la CONADEP Magdalena Ruiz Guiñazú.
Frente a la falta de imágenes documentales que dieran cuenta de la desaparición, el foco de credibilidad se desplazó hacia los rostros de los testigos mismos difundidos por las cámaras de televisión. Se trataba de una imagen puesta al servicio de la palabra: el fondo negro, la mirada a cámara, el encuadre que recortaba solamente la cara del testigo, la sincronía entre imagen y sonido, parecían crear un tipo de representación visual que no intentaba agregar información a lo que se verbalizaba. Las imágenes televisivas cumplieron una función demostrativa: no se intentó mostrar todo, sino solo aquello que pudiera tener valor de “prueba”.