Sujeto, acción y espacio público en el pensamiento político de Hannah Arendt. Aportes y desafíos para pensar la problemática del sujeto político en los Encuentros Plurinacionales de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales y No Binaries
Abstract
Desde hace algunos años, los feminismos a nivel mundial y también en nuestro país se han interrogado acerca del rol de las disidencias sexuales en un movimiento como el feminista cuya definición daba cuenta de los sujetos que lo componen: las mujeres. Sin embargo, la irrupción de las disidencias en el espacio público y- como tal- dentro de los feminismos- obliga al movimiento a repensar qué sujetos políticos habitan al mismo. Este debate tan amplio está cristalizado en el debate propio del Encuentro Plurinacional de mujeres, lesbianas, trans, travestis, bisexuales y no binaries en relación con su propio nombre y a la posibilidad de reconocer- o no- a las disidencias sexuales en el mismo.
Dentro de este complejo marco, el pensamiento político de Hannah Arendt no sólo puede aportar categorías conceptuales fructíferas para nutrir este extenso debate, sino que puede también proporcionarnos herramientas para entender al sujeto y su identidad como un problema político, propio de una comunidad y no de un individuo aislado. Esto nos permite dejar de lado el debate por el quién, atravesado por una perspectiva esencialista del sujeto político feminista y comenzar a pensar en un quién: ¿quién es el o la protagonista de los feminismos de nuestro país?
Desde esta perspectiva, abordaremos la problemática presente dentro de los Encuentros Plurinacionales de mujeres, lesbianas, trans, travestis, bisexuales y no binaries desde las categorías conceptuales arendtianas y, de esta manera, aportar reflexiones a la problemática del sujeto político que compone a los feminismos.
Esto implica dar cuenta de los debates que proponen las sexualidades disidentes hacia el interior del colectivo de mujeres que componen el ENM. Éstas, no se reconocen bajo la categoría de mujer blanca, argentina y heterosexual promoviendo entonces nuevas identidades políticas, por ejemplo, lesbianas, trans, travestis, bisexuales, no binaries y queer. Estos debates propiciados por estas identidades disidentes junto al concepto de acción de Hannah Arendt nos permiten pensar una nueva mirada sobre el sujeto político feminista, un sujeto no ya previamente definido, sino en constante construcción en la medida en que aparece en el espacio público y es reconocido por sus pares como tal. ¿Debe seguir siendo el feminismo un movimiento de “mujeres” exclusivamente?