Reseña del libro "Mientras la ciudad duerme. Pistoleros, policías y periodistas en Buenos Aires, 1920-1945" de Lila Caimari (2012)
Abstract
Los trabajos historiográficos tradicionales basaron su atención, en lo que respecta al ordenamiento jurídico-institucional latinoamericano, en el desordenado pasaje entre una institucionalidad cimentada en tres siglos de colonialismo formal hacia una estructuración institucional moderna, contemplando, sobre todo, la conformación legal del Estado prerrevolucionario y posrevolucionario. El desorden fue observado en las pujas de poder entre los diferentes estratos jurídico-políticos y jurídico-regionales, cuyo análisis dejó por sentado la casi uniformidad del desarrollo del proceso en el continente iberoamericano. Según Darío Barriera (2010), entendiendo que el objeto de estudio de la historia político-institucional fue la conformación y el afianzamiento del Estado después del proceso revolucionario (o, en gran cantidad de trabajos, durante el período colonial), la conclusión que los historiadores tradicionales hacían de la historia colonial latinoamericana arrojaba un panorama cuasi pasivo y homogéneo del continente. América fue el receptor de instituciones políticas, administrativas y judiciales, cuyo orden se vio convulsionado por las pasiones revolucionarias de principios del siglo XIX. Y las respuestas que este tipo de historiografía pudo brindar a la explicación del caos posrevolucionario las encontraron en el mismo proceso de revolución, determinando que los ardores revolucionarios eran seguidos de un período de “anarquía”, guerras civiles y desintegración, liderados por “caudillos” regionales (Barriera, 2010).