El gólem. Lo que todos deberiamos saber acerca de la ciencia, Harry Collins y Trevor Pinch, Barcelona, Crítica, 1996, 191 páginas
Resumo
La elección de esta metáfora no es trivial. Palabra de uso común en la cultura popular de las comunidades judías del Este de Europa, gólem se origina en el mito que encarnó el Rabbi Lów, un escritor filosófico, director de la escuela Talmúdica de Praga de fines del siglo xvi y creador del autómata, el "grandote torpón" llamado por él "Gólem". La criatura de arcilla cobraba vida cuando se le inscribía en la frente la palabra hebrea eneth , que significa "verdad"; es la verdad lo que lo
movía. Pero eso no quiere decir que el autómata entendía la verdad. De allí que los autores afirman: "El objetivo de este libro es explicar ese gólem que es la ciencia. Nuestro propósito es mostrar que no es una criatura perversa sino un poco necia. Al gólem ciencia no se le puede echar la culpa si hace lo que puede. Pero no debemos esperar demasiado. Un gólem, aunque es poderoso, es una criatura fruto de nuestro arte y nuestra pericia".