“Hacer que todo el mundo hable de turismo” : la declaración del Parque Nacional Talampaya (La Rioja-Argentina) como sitio Patrimonio Mundial de la Unesco
Abstract
En este trabajo, se evalúa cómo se construyó la postulación para la declaración de sitio Patrimonio Mundial de los Parques Talampaya e Ischigualasto (2000) Argentina desde una lectura que combina aspectos económicos, representacionales y prácticas de gestión política. Este proceso, que denominamos patrimonialización, consiste en la intervención normativa –nacional o internacional– de espacios locales con la intención de conservar sus valores naturales y producir servicios turísticos; además, es una práctica de tendencia creciente en la sociedad global contemporánea. El análisis se realiza de modo histórico, a saber, desde el momento en el que surge la iniciativa de postular al sitio ante la Unesco a finales de la década del noventa hasta el 2010; también se revisa el proceso burocrático, los actores involucrados y las prácticas; en ambos casos, se toma en especial como guía una lectura simbólica de la patrimonialización y repatrimonialización de un espacio leído como natural. Como consecuencia, la patrimonialización afectó a las personas ya que se prohibieron actividades tradicionales del lugar –como las agroganaderas– y se las indujo, mediante el desarrollo de nuevas aptitudes, a que se incorporaran al mercado mediante la prestación de servicios turísticos como el de guía.
Las disputas desencadenadas por el proceso de patrimonialización de Talampaya impactaron en el territorio local en la forma en la que las personas sienten, piensan y actúan el espacio. Por eso, un eje central de este trabajo es el rastreo de nuevas territorializaciones, es decir, mostramos cómo territorialidades –como la turística– demandan formas exclusivas de pensar y organizar el espacio. Estas territorialidades generan conflictos y son apeladas por las preexistentes como la territorialidad identitaria tradicional que tiene la comunidad local con Talampaya. Para el caso de estudio, la patrimonialización de la naturaleza fue una forma de establecer modos de producción económica novedosas para el territorio que permitieron pasar de un modelo histórico tradicional a otro de mercado.